¿A qué podemos llamar "Haute Couture" (Alta Costura)"?

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Hoy en día existe un uso muy extendido de la expresión "Haute Couture" (Alta Costura), y a todo el mundo, cuanto menos, le suena y lo relaciona con la industria de la moda de alta calidad. Sin embargo, el término "Haute Couture" ha venido siendo mal utilizado desde finales de los 80's, por lo que su verdadero significado está bastante desdibujado de la realidad. Lo cierto es que es una denominación protegida, que sólo se puede utilizar por unas pocas empresas que cumplen unos estándares bien definidos. No cualquiera puede jactarse de hacer Alta Costura, así, a la ligera.

Remontémonos al París de mediados del siglo XIX, donde la cuidad ya era la capital mundial de la moda. En ella, diseñadores de todos los confines hacían gala de su artesanía, su técnica, su calidad y sobre todo, de su exclusividad a la hora de hacer moda.

Paradójicamente, fue un diseñador inglés afincado en París, Frederick Worth (1825-1895), quien acuñó el término "Haute Couture" para referirse a su trabajo en aquella época. Worth pasó a la historia no por su prestigio como diseñador, sino por haber conseguido ser recordado como el primer modisto en firmar sus creaciones, el primero en hacer colecciones periódicas para cada temporada, y el primero en contratar modelos de carne y hueso para presentar a sus clientas las colecciones.


Todo un visionario del negocio de la moda, este señor no fue el nico en cambiar la forma de vender sus diseños, pero sí el que más afán puso en promocionarse y uno de los más presentes en las revistas de moda de la época, hasta el punto de llegar a ser reconocido por todo el mundo como el padre de la Alta Costura.

No sería hasta unas décadas después cuando el concepto de "Haute Couture" apareciera como tal. Exactamente cuando la costura se separó definitivamente de la confección, convirtiéndose en una profesión autónoma, reglamentada por un nuevo organismo, la "Chambre Syndicale de la couture parisienne".

Años más tarde, dicho término se protegió por ley, definido y defendido por la "Chambre de commerce et d'industrie de Paris" , cuyas reglas estipulan que solamente aquellas compañías mencionadas en su lista semestral, pueden usar el término "Haute Couture" para describirse.
 

El criterio para formar parte de esta lista fue establecido en 1945 (actualizado en 1992). Para ganar el derecho de autodenominarse casa de Alta Costura y de usar el término "Haute Couture" tanto en la publicidad como en cualquier otro ámbito, los miembros deben cumplir los siguientes requisitos:

  • Presentar colección dos veces al año en París, con un mínimo de 35-50 salidas (passages) entre trajes de día y de noche,presentándolos a la prensa y a las clientas potenciales.
  • Poseer al menos un atelier en París, donde se debe emplear a un mínimo 20 artesanos de la costura, trabajando a tiempo completo y con una dedicación de entre 100 y 1.000 horas por prenda.
  • Tener la garantía de los fabricantes de telas de la exclusividad en los tejidos utilizados.
  • Crear prendas a medida para clientas privadas, con un mínimo de tres pruebas antes de la entrega, para garantizar la perfección en todos los aspectos.

Los couturiers deben garantizar que existirán como máximo tres modelos similares por continente: el del desfile, el que se hace a medida de la clienta adaptándolo a su personalidad o tipología, y el que el creador guarda en su archivo o colección personal.
Algunas de las marcas actuales de alta costura son Chanel, Christian Dior, Givenchy, Jean Paul Gaultier, Giorgio Armani, Valentino o Elie Saab. Cada miembro del "club" tiene un estilo distintivo que lo hace diferenciarse del resto. Al fin y al cabo, la alta costura es todo un espectáculo que eleva la moda a la categoría de arte.

Actualmente, aunque parezca ficción, en el mundo hay tres mil mujeres que tienen capacidad de pagar sin problemas lo que cuesta un traje de estas características, aunque sólo unas mil de ellas son consumidoras asiduas de estas prendas. Si bien, para las marcas la "Haute Couture" representa menos de un 10% de las ganancias netas al año, son el motor que mueve al consumidor comn a comprar otros productos como el prêtà -porter, los perfumes, los cosméticos y todo tipo de accesorios licenciados, que son los que representan colosales cantidades de dinero y los que hacen a estas casas de moda estar donde están.
 

Laura Moreno  by  I want it I need it 

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