Orson West, de Fran Ruvira (y por Fran Ruvira)
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"Cuando hay que optar entre la verdad y el mito, yo me quedo con el mito". John Ford
De niño, recuerdo haber escuchado a un vecino hablar sobre la visita al pueblo de un director de cine que pretendía rodar allí un western. Siempre me pareció una de esas leyendas para entretener a los niños. Sin embargo, años más tarde, encontré un artículo cinematográfico donde se explicaba la aventura frustrada del western de Orson Welles durante sus años en España.
Esta película no es una historia sobre Orson Welles, sino sobre el territorio donde el cineasta norteamericano pretendió rodar un western. La cámara se acerca a los parajes de mi infancia con la intención de evidenciar la poesía cinematográfica resultante de la unión del cine y la naturaleza, la confrontación entre individuo y entorno, el desarraigo… Esa comunión paisajística nos descubrirá aquel tiempo en el que la figura de Welles se paseó por este territorio fronterizo.
Esta barrera geográfica se traslada también a lo cinematográfico para llevar a cabo un relato que se sita en medio de una frontera donde se confrontan dos realidades: un cine que sugiere vs. un cine que cuenta, un cine que emplea técnicas documentales vs. un cine de género, un cine con actores no profesionales vs. los métodos de intérpretes profesionales"¦
El espectador se sita en medio de una "tierra de nadie" donde todo es posible y donde todo está an por hacer. Es el lugar idóneo para realizar un film en el que cada día el rodaje se plantea como una exploración con sus sorpresas, atascos, cambios de ruta o momentos de duda.
En definitiva, es un filme donde se mezclan los géneros, los materiales, la ficción, el documental… a favor del cine como un arte impuro.
Realismo, intimidad y poética con la intención de reencontrar esa (falsa) inocencia del cine. Orson West es el esbozo de una película fantasma, o de varias películas que van apareciendo y desapareciendo entre las costuras de una narración apuntada que nos lanza una pregunta: ¿es posible recuperar esa primera inocencia del visionado de una película? Volver al pasado es un ejercicio tramposo, pero éste no pretende ser un film que apele simplemente a la nostalgia. El fantasma de Orson Welles se convierte en una excusa perfecta para llegar a un territorio físico y simbólico donde el pasado se convierte en materia de presente y acaba siendo un ejercicio de construcción metacinematógrafico que nos habla de la crisis del cine.
Fran Ruvira