Broadway llega a Rambleta
'Priscilla, reina del desierto', se estrena en noviembre
Levante-emv
Espai Rambleta se estrena con los musicales. Y lo hace a lo grande. 40 actores, 500 trajes, 200 pelucas y más de 150 pares de zapatos ilustrarán el escenario de Priscilla, reina del desierto. El autobús de la diversidad de Tick, Bernadette y Felicia llegará a València el próximo noviembre.
La producción, que estará dos semanas en el centro cultural de San Marcelino, pretende convertir el espacio en «la Fiesta de las fiestas» y trasladar al público a «un viaje en busca de la felicidad a través del reconocimiento de uno mismo». Así lo anunció ayer José María Cámara, miembro y cofundador de la productora responsable del espectáculo, «SOMproduce».
Londres, Madrid y ahora València
El aclamado musical, estrenado en 2006 en Sidney y que ha pasado por lugares como Broadway, Londres, Madrid y Barcelona ha elegido ahora la Rambleta para acercarse al público valenciano. Grandes vestidos, tocados, maquillaje, plumas y mucho color llenarán la escena del centro cultural. Un vestuario que ha sido galardonado con los premios Oscar y Tony y una obra reconocida por el Premio Pluma Musical del colectivo Federación estatal de lesbianas, gays, transexuales y bisexuales (FELGTB).
«Era inconcebible que la segunda ciudad que más público enviaba a ver la producción a la capital no tuviera la oportunidad de disfrutarla aquí». Y así se ha hecho. Y Espai Rambleta ha sido el lugar elegido para ello. «Reúne todas las condiciones necesarias para llevar a cabo un musical que tiene 23 cambios de escena. Se necesita un gran backstage, algo que no todos los recintos pueden albergar»,explicó Cámara sobre la elección.
Un autobús robotizado, un DJ a mitad del espectáculo y una banda sonora bien conocida por todos son algunas de las particularidades que Priscilla, reina del desierto incorpora.
Canciones conocidas por públicos de todas las edades pondrán música a la cita. «Este es un espectáculo para todos los públicos», explicó ayer Cámara. A pesar de que, continuó, «siempre» se ha pensado que era para espectadores del colectivo LGTBi.
I will survive es uno de los temas más representativos de la obra. «Es icónico», afirmó Cámara. «Es un himno que adoptan todos aquellos que tienen algo por lo que pelear».
«Diversidad para el progreso»
Un autobús y tres artistas «drag» atraviesan el desierto australiano. Un viaje a Australia, una travesía para la diversidad. Tick, el protagonista, emprenderá un camino junto a sus dos amigas para conocer a su hijo. Esta obra es, según contó ayer Cámara, «un viaje en busca de la felicidad a través del reconocimiento de uno mismo».
De esta forma, el espectáculo también camina hacia la visibilidad y la redefinición de un nuevo modelo de familia, lejano al escepticismo y la hostilidad hacia lo diferente, ilustrando el reencuentro de un padre con su hijo, un momento en el que no importa nada más que la emoción del momento. En esta línea, el responsable hizó referencia a la comunidad LGTBi y al camino de progreso que ha llevado la sociedad.
Cámara recordó que cuando se estrenó la obra hace 26 años en Madrid, «hubo un muerto como consecuencia de los abusos y el acoso», pero ahora que el espectáculo ha llegado a acoger hasta 400.000 personas en la capital del país, «no se han producido incidentes» y eso, dijo, «habla bien de la sociedad». «Hemos comprendido que la única forma de progreso es la diversidad».