Dani Pannullo: ¿Coreógrafo yo?
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Recuperamos la entrevista a Dani Pannullo, realizada por Guillermo Arazo, que se publicó en la revista "Con D de Danza" (2008)
Da igual lo que le echen: el dinamizador, director y coreógrafo Dani Pannullo (Buenos Aires) transforma en movimiento todo lo que toca. "Y eso que yo era un pésimo bailarín". Una falta de restricciones tanto físicas como mentales y la firme determinación de "hacer suyo", animó a este argentino con una estética que rápidamente le generó multitud de seguidores tendenciosos (los talibanes del moderneo). Su inspiración procede de una cruda energía break & clubber empapada de técnica cabaretera y pasión por el esteticismo contemporáneo. "Prefiero hablar de difusión del arte que de fusión".
Curtido en el hambre emocional y la férrea disciplina de la experimentación constante, Dani es "una isla en el panorama de la danza" segn el crítico Roger Salas, y más que isla, oasis en el campo deshidratado de la danza contemporánea local. Glups. ¡Y de esa agua hay que beber! Con un ya más que reconocible estilo, sus piezas han ido ganando peso sin abandonar sus orígenes y principios estéticos (magdalena proustiana) de la performance, y el neo-cabaret evolutivo en los clubes de los años ochenta y noventa. Tacha-tacha. "Soy carne de cabaret". Un bailarín no es sólo lo que baila. Es también lo que está a punto de bailarse.Â
Bueno. Anyway. Dani Pannullo Dancetheatre Co. se caracteriza por haber sido la primera compañía de danza que introdujo en escena elementos tan dispares en apariencia como el break y el butoh (esa especialidad nipona tan inclasificable como autónoma y de enérgico impacto visual), junto con las formas propias de la danza contemporánea, con una clara inspiración en las manifestaciones artísticas urbanas. La novedad. La novedad, contrariamente a lo que ocurría hace años, no es necesariamente nueva. Ni buena. Ahora es, simplemente, un atributo.
Tras la experiencia con el butoh, Pannullo se entregó a desentrañar ese giro de tuerca que es la danza de los derviches (sí, los místicos giradores sufíes). Esa aventura le llevó hasta El Cairo, y Desordances_3 fue el resultado de esa intensa experiencia, casi mística, donde la msica y la danza sufíes se entrelazan a la expresión urbana break.  Se trata de "recuperar los lenguajes tradicionales del movimiento e incorporarlos a la nueva gramática". Del butoh al derviche y de este al flamenco. ¿Y lo próximo? "Me quiero ir una temporada a la India para investigar más sobre el kathak y el kathakali". Pero, no se queda ahí. Ahí va. Alehop."Y tras ello, me gustaría recuperar mis raíces argentinas e investigar en las msicas y movimientos del altiplano".Â
Verbigracia: Pannullo entiende la danza como una "verdadera alianza de civilizaciones", como una gigantesca thermomix (¡otro signo de los tiempos!) mutante donde la contemporaneidad se mezcla y cuece productos que golpean retinas y estómagos. Dani es capaz de canibalizar todos los referentes que definen la contemporaneidad, desde el lenguaje myspace hasta la dinámica de la calle, pasando por la lubricidad rítmica del flow. "Existe una química difícil de definir que hace que todo se acople en escena. Vivimos en un mundo cada vez más globalizado y yo no tengo preconceptos estilísticos". En suma, la integridad (que algunos quizás consideren inmovilidad) no es un pasaporte que garantice la supervivencia o cierta longevidad significante en el mundo de la danza.
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Recuperamos la entrevista a Dani Pannullo, realizada por Guillermo Arazo, que se publicó en la revista "Con D de Danza" (2008)
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Da igual lo que le echen: el dinamizador, director y coreógrafo Dani Pannullo (Buenos Aires) transforma en movimiento todo lo que toca. "Y eso que yo era un pésimo bailarín". Una falta de restricciones tanto físicas como mentales y la firme determinación de "hacer suyo", animó a este argentino con una estética que rápidamente le generó multitud de seguidores tendenciosos (los talibanes del moderneo). Su inspiración procede de una cruda energía break & clubber empapada de técnica cabaretera y pasión por el esteticismo contemporáneo. "Prefiero hablar de difusión del arte que de fusión".
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Curtido en el hambre emocional y la férrea disciplina de la experimentación constante, Dani es "una isla en el panorama de la danza" segn el crítico Roger Salas, y más que isla, oasis en el campo deshidratado de la danza contemporánea local. Glups. ¡Y de esa agua hay que beber! Con un ya más que reconocible estilo, sus piezas han ido ganando peso sin abandonar sus orígenes y principios estéticos (magdalena proustiana) de la performance, y el neo-cabaret evolutivo en los clubes de los años ochenta y noventa. Tacha-tacha. "Soy carne de cabaret". Un bailarín no es sólo lo que baila. Es también lo que está a punto de bailarse.Â
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Bueno. Anyway. Dani Pannullo Dancetheatre Co. se caracteriza por haber sido la primera compañía de danza que introdujo en escena elementos tan dispares en apariencia como el break y el butoh (esa especialidad nipona tan inclasificable como autónoma y de enérgico impacto visual), junto con las formas propias de la danza contemporánea, con una clara inspiración en las manifestaciones artísticas urbanas. La novedad. La novedad, contrariamente a lo que ocurría hace años, no es necesariamente nueva. Ni buena. Ahora es, simplemente, un atributo.
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Tras la experiencia con el butoh, Pannullo se entregó a desentrañar ese giro de tuerca que es la danza de los derviches (sí, los místicos giradores sufíes). Esa aventura le llevó hasta El Cairo, y Desordances_3 fue el resultado de esa intensa experiencia, casi mística, donde la msica y la danza sufíes se entrelazan a la expresión urbana break.  Se trata de "recuperar los lenguajes tradicionales del movimiento e incorporarlos a la nueva gramática". Del butoh al derviche y de este al flamenco. ¿Y lo próximo? "Me quiero ir una temporada a la India para investigar más sobre el kathak y el kathakali". Pero, no se queda ahí. Ahí va. Alehop."Y tras ello, me gustaría recuperar mis raíces argentinas e investigar en las msicas y movimientos del altiplano".Â
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Verbigracia: Pannullo entiende la danza como una "verdadera alianza de civilizaciones", como una gigantesca thermomix (¡otro signo de los tiempos!) mutante donde la contemporaneidad se mezcla y cuece productos que golpean retinas y estómagos. Dani es capaz de canibalizar todos los referentes que definen la contemporaneidad, desde el lenguaje myspace hasta la dinámica de la calle, pasando por la lubricidad rítmica del flow. "Existe una química difícil de definir que hace que todo se acople en escena. Vivimos en un mundo cada vez más globalizado y yo no tengo preconceptos estilísticos". En suma, la integridad (que algunos quizás consideren inmovilidad) no es un pasaporte que garantice la supervivencia o cierta longevidad significante en el mundo de la danza.
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